MAPA ELECTROMAGNÉTICO DE LA MEGALÓPOLIS SAO PAULO
7.2017 Sao Paulo
La siguiente es una radiografía de la Megalópolis Global de Sudamérica. En dicha imagen proponemos mirar el asentamiento como un sistema de naturaleza electromagnética, en que la materia y los intercambios (materiales y semióticos) son convertidos en electricidad e integrados a un tejido informático input-output en red.
Nuestro plano interpreta la megalópolis de nuestro período global como un sistema que a todos los niveles y escalas es traducido a electromagnetismo para que cada componente sea transistorizado y vuelto nodo emisor/receptor en movimiento de producción y distribución.
El plano cuenta con cuatro capas:
1. Red de alta y media tensión eléctrica que alimenta energéticamente el sistema,
2. Sistema de transporte de metros y trenes eléctricos en estrella que conectan la mega-periferia con el centro,
3. Enjambre de 21700 antenas de retransmisión celular (aquí solo se dibujan las del centro de la región)
4. Corredor de 36 mega antenas de radio y televisión que emiten material semiótico a la infósfera macroregional.
Entender la Megalópolis como un Sistema Electromagnético Integrado y coordinado por grandes ordenadores de datos nos permite esbozar que desde los ciudadanos hasta las grandes infraestructuras son sincronizadas para la producción de infotrabajo guiado por un sistema de gobernanza psicofísica central.
Creemos que el propósito de la superestructura ha sido desplazado desde la tarea de realizar instituciones para el desarrollo humano hacia el perfeccionamiento de la infraestructura en sí misma como organismo que se retroalimenta para permanecer dinámicamente en homeostasis incremental evitando la entropía del equilibrio que implicaría la paralización de la superestructura.
Podemos prever que todos los componentes de la metrópolis del siglo XX serán transducidos o transistorizados (por prótesis o mutación) para participar del megacuerpo: los humanos, vehículos, vivienda, estaciones de producción, biomasa, comparecerán a la megalópolis electromagnéticamente emitiendo-recibiendo señales en tres ejes: desplazamiento externo-movimiento interno (frecuencia), energía aportante-utilizada (intensidad) y datos semióticos (carticulación).
El sistema político será un sistema de coordinación logística y su matriz ideológica será la teoría de campos administrada por bots en terminales distribuidos por los países centrales.
La ontología cambiará transformando a cada actor en un terminal de datos.
APUNTES PARA UNA HIPÓTESIS SOBRE LA CIVILIZACIÓN ELECTROMAGNÉTICA
7 y 8.2017 San Paulo – Santiago de Chile
MONSTRAT FUTURUM
En este texto situaremos como presente un momento de transición entre una manera de habitar en metrópolis de millones de habitantes cuyos paradigmas se encontraban en los Nortes (Nueva York, Berlín, Tokio, etc.) hacia un tipo de asentamiento hoy llamado megalópolis.
Este asentamiento nuevo se describe por una infraestructura extremadamente precaria, compuesta de mega-periferias, infraestructura reducida a eficiencia de sistemas de distribución y evacuación de mercancías (super-carreteras, super-trenes, mega-aeropuertos, vías fluviales); explosión demográfica parabólica, y la transformación del territorio agroforestal en una industria biotecnológica desplegada que se constituye como periferia urbana y ya no más como ruralidad.
Estos nuevos asentamientos ya no se encuentran en los Nortes, sino que son producto de la acción de la transnacionalización de la industria y la política durante el s.XX y se encuentran en el que fue llamado tercer mundo: Asia, África, India, Latinoamérica.
Bombay, Delhi, Sao Paulo, Shanghái, Yakarta, Kinshasa son monstruosos cuerpos emergentes de la globalización.
Solo estos seis asentamientos sumados, como ejemplo, concentran 100 millones de habitantes, y todos se encuentran aún en febril proceso de crecimiento demográfico y expansión territorial.
En este texto nos concentraremos en la cuestión material que sirve como imán para que sea posible que millones de personas se coagulen en una pieza urbana abandonando la extensión rural y sus posibilidades culturales.
ECOLOGÍA ELECTROMAGNÉTICA
Enunciamos que el Electromagnetismo es la materialidad de la ideología.
Nuestra primera evidencia es que todos los recursos energéticos y tecnológicos se han dispuesto de tal modo de volverse finalmente en Electromagnetismo o ser subalterno a él. El carbón, uranio, los ríos, el viento, el petróleo, los rayos del sol, las olas hoy encuentran como destino su transformación en Electricidad. Todas las intensidades son sintetizadas.
El Electromagnetismo cumple su rol de pegamento de la megalópolis (impulsando el contra-intuitivo deseo de habitarla, aún en la precaria mega-periferia) infraestructurando una nueva esfera y un nuevo paisaje físico que prolifera vigorosamente.
Los dos focos sobre los que actúa el Electromagnetismo son la psiquis individual y el cuerpo colectivo, ambos territorios modelados por dispositivos maquínicos a distintas escalas cuya función es la reunión de la mayor cantidad posible de individuos en la menor cantidad de área física: “todos reunidos; pero reunidos separadamente” (parafraseando a Debord). A la larga cada mente individual debería ser un gueto y cada cuerpo debería ser un sirviente zombie.
OPERACIÓN LOGISTICA
En la concideración psiquica, el electromagnetismo se comporta como una nube portadora de paquetes de datos que mantiene una conexión en forma de tejido entre sujetos-nodos, cuyo requerimiento es el estado de trance por ensimismamiento facilitado por aparatos mediales estratégicos (a la manera de control de flujos axiomático).
El ensimismamiento, que opera sobre el cuerpo, permite reemplazar la experiencia sensible por información indolora, anestesiando el sistema nervioso ante la experiencia de la participación del cuerpo colectivo de la megalópolis. En ese sentido el ensimismamiento permite la aceleración de los intercambios formalizados como datos (sobre todo las conexiones afectivas) transformando la interacción humana en operación logística.
VOLKSEMFÄNGER
Podemos rastrear la primera estrategia de cobertura de aparatos mediales eléctrónicos de propaganda y disciplinamiento el año 1933 en el proyecto Volksempfänger (Receptor del Pueblo) encargado por Goebbels y que prototipa el instrumento de propagación ideológica a través de una basta extensión con la entrega de un millón de “aparatos Receptores”.
Actualmente cada individuo es un nodo emisor-receptor de datos en un tejido simultaneo y planetario, con gadget ansiolíticas y de demanda de exposición. Podemos ver el linaje directo entre el aparato nazi y los actuales smarthphones.
ALTA TENSIÓN
Cruzando las ciudades en un trazado no coordinado al de las calles, en su propio sistema de referencia y eficiencia avanzan una decena de trazas negras aéreas. Son los cables de las redes de alta tensión. Los cables son levantados del suelo por torres entre 15 y 25 mts de altura.
Esta red aérea puede ser rastreada por el paisaje cruzando todo tipo de territorios con indiferencia.
La red de energía es el alimento de la megalópolis y la conurbación. El trazado puede provenir de Termoeléctricas, Hidroeléctricas, Plantas nucleares, granjas solares o torres eólicas. Su llegada es a puntos estratégicos, subestaciones de distribución en una red capilar descendente hasta el empalme del fondo de cualquier habitación.
Esta infraestructura irradia un espesor de partículas/ondas residuales que pueden ser percibidos por los cuerpos animales como una cascada electromagnética que se acentúa cuando la estática ambiental se eleva.
La red electromagnetica es imaginada limpia, precisa y silenciosa. Más bien es un ruido de fondo que va dando marco al habitar cultural de las megalópolis y las conurbaciones.
La red de alta tensión, en su brutal trazado indiferente, muestra la relación depredadora entre la megalópolis y las fuentes naturales de las que se abastece, señalando su posición invasora. El giro de la revolución energética no contempla la depredación e invasión como problemática, la agenda busca mitigar emisiones de CO2 o gases invernadero puntualmente.
MOVIMIENTO DE LOS CUERPO
La megalópolis funciona como una máquina 24/7 fluctuante según una gobernanza que se estructura electromagnéticamente. A través de circuitos de trenes y metros eléctricos (mega bobinas), tejido eléctrico de media y baja tensión y transformadores para alimentar luces y maquinaria, torres de radio -estratégicamente localizadas-; y mini torretas-antena de celular cada 500 metros (promedio) es posible la realización de dos acciones simultaneas: la constante introducción de miles de nuevos individuos migrando continuamente a la megalópolis y el tránsito de millones de sujetos entre el centro y la periferia ida y vuelta diariamente en tramos que pueden alcanzar 100 kilómetros de distancia. Todo el sistema monitoreado y coordinado por medio de satélites orbitales conectados a servidores localizados en data centers –por ejemplo, de los 36 data centers de Google, solo dos se encuentran en Latinoamérica (Chile desde 2012 y Brasil desde este año 2017.)
La intensidad y permanencia de esta movilización coordinada no sería posible si los cuerpos (unidades elementales del sistema circulatorio) no estuviesen en un nivel anestesiados y sobre-estimulados simultaneamente para rendir en ambiente de hacinamiento y sobrecarga de actividad necesaria para la actividad solicitada por el sistema.
Es el perfeccionamiento de la distribución y avance tecnológico de la gobernanza electromagnética la que ha permitido que se produzca el salto de la metrópolis nacional del s.XX a la naciente megalópolis global del s.XXI. Desde la sintonización con la señal unívoca hacia el tráfico de datos en todas las direcciones.
LA SINTONIZACIÓN, SENSIBILIDAD DEL S.XX
La sintonización es una tarea de minería de ondas, en que por medio de la modulación el sujeto busca el sonido que inestablemente brotaba entre el ruido blanco. La sintonización de una determinada estación de radio o tv fue –durante el s.XX- una práctica de calibración, subjetiva, sujeta a interferencias. Había en la sintonización de las ondas -ya obsoletas- un acto en cierto modo escultórico, de modulación de un material extremadamente volátil e inestable que se debía fijar ‘interferida’ por ruidos ‘parásitos’, aquello que desea colarse, como una aparición fantasmal. La interferencia es como un entrever, permite entre-escuchar, desenfocar la escucha, permitir la forma del rumor que quiere participar de la esfera informacional.
La sintonización, una acción exclusiva del s.XX, no solo estaba referido a los aparatos de radio, sino que se extendía con por transferencia cultural al ámbito de las relaciones personales. Durante el siglo XX, período de la formación de la Metrópolis, las relaciones humanas se realizaban por sintonización. Los individuos se disponían a mutuas modulaciones buscando la señal de intercomunicación aún cuando esta llegara con ruido blanco y parásitos, inestable y frágil.
No fue en ningún caso un siglo de paz, pero la acción de sintonización social permitió la formación de grandes asentamientos humanos que aún se leían como ciudades mixturados por grandes migraciones: Nueva York, Buenos Aires, México D.F., Paris, Hong Kong eran centros multiculturales de una nueva época de la humanidad que llegaba con la posguerra.
TRAFICO DE DATOS, SENSIBILIDAD DEL S.XXI
Al comienzo de estas notas, se señala que nuestro período es el umbral entre la época metropolitana y otra megapolitana de la civilización electromagnética. Aún nuestra generación –de mediana edad- sigue relacionándose por sintonización, y como primera generación video-electrónica (descita por Berardi Bifo) podemos comprender, desde nuestra propia experiencia, la facilidad psíquica de las generaciones siguientes nativodigitales para para modelarse mutuamente con dispositivos en red en los procesos de incorporación del lenguaje.
(el Objeto ‘a’ ahora puede alojar en la infosfera)
La presente generación es ‘programada’ en su aprendizaje para relacionarse por el método de paquetes de datos. En los paquetes de datos –enviados por señales portadoras de alta frecuencia- el dato llega completo o no llega nada. Los paquetes cargan y descargan, la información se codifica y decodifica con llaves criptográficas, y para poder acceder al contenido es necesario tener el gadget adecuado.
Así, la manera de relacionarse, como ya se dijo, conecta con la operación logística, siendo la eficiencia en términos de compuerta lógica: o hay comunicación –y esta es total- o no hay nada (el raider de Pedidos Ya y Rappi se relaciona desde la logística.)
En las reglas culturales de la generación del gadget no hay margen alguno de error, no hay ruido ni interferencias que puedan ser permitidas, no hay fisuras. El multiculturalismo es reemplazado por un tipo de coexistencia inédita en que la proxemica física no garantiza proximidad afectiva alguna, si esta no está mediada por algún sistema de coordinación de alta especificidad. Todos los individuos se encuentran encriptados unos a otros.
Las condiciones son ideales para la molecularización de la gobernanza de la megalópolis y la precisión de la guerra global de baja intensidad: El dron asesino no apunta contra un individuo, sino que contra el dispositivo celular en el bolsillo del individuo, además el individuo portador de dispositivos y vehículo puede ser chofer de Uber en sus “tiempos muertos” mientras le apunta un dron.
CENTRALIZACIÓN - DESCENTRALIZACIÓN
Fenomenológicamente podemos ver en la infraestructura de una treintena de mega Antenas de radio y televisión (red molar) y las miles de pequeñas antenas repetidoras de celular (red molecular) la encrucijada y la transición de dos paradigmas ideológicos manifestados como la superposición material de la metrópolis nacional moderna y la megalópolis global posmoderna.
Siguiendo a J-F Lyotard (segun E.Castro), tanto la figura de las antenas como el discurso infosférico son copertenecientes.
Hay una dimensión figurativa de la experiencia electromagnética. La forma tiene una función ineludible en el flujo de los aparatos electrónicos molares y moleculares, sin embargo los mismos aparatos exceden su función y como objetos están bañados de una intensidad libidinal, estos aparatos excesivos son por tanto dispositivos que se estructuran y estructuran un cuerpo social, y ya no basta verlos solo como aparatos/objetos metálicos, sino como micro-instituciones sociales.
La actualidad del cuerpo social tiene un volumen teatral extraño que transita entre dos regimenes de axiomatización (dos capitalismos distintos: uno centralizado moderno y otro descentralizado pormosderno) que en su interior sistémico son contradictorios, pero que curiosamente provienen de una asceleración y mutación del capitalismo moderno.
Centralización – megaantenas molares:
La ciencia es el relato y la ideología del conocimiento legitimado que permite la repetibilidad.
El proyecto moderno es metalegitimado por una ciencia heroica que se abre camino como relato totalizante y es soporte ideológico.
Las ideologías modernas (facismos, socialismos reales y democracias liberales) se amalgamaron mientras colisionaban durante la modernidad para dar lugar a la centralización totemica. Cada cadena de enunciados y cada dispositivo (molar o molecular) se engarzaban desde un centro rector y una meta-narración totalizante. La enorme antena sobre el también enorme rascacielos corporativo respondía a una voluntad de poder fálica que se propagaba, cuya cadena de datos debía ser correctamente traducida y tecnológicamente solo permitía una emanación en cascada unidireccional.
Las mega-antenas significaron durante la formación del estado moderno un eje transmisor rector y su función era estrictamente de disciplinamiento. Esto quiere decir, que tal tecnología no se verificaba en la gobernanza sobre otras infraestructuras, su uso era exclusivamente teatral.
Las mega-antenas son disimuladas ruinas, algunas de ellas alquiladas a radios evangelistas y podemos mirarlas como dinosaurios estructurales eiffelianos de la era justo anterior, que concluye con la proliferación de internet (1995-8). Tanto la radio y la televisión corporativa se mudan a la alta frecuencia digital según el protocolo EUREKA-147 poniendo fin a la modernidad tecnológica y al paradigma del centro.
Descentralización – pequeñas repetidoras moleculares:
Eventos únicos e irrepetibles no se concatenan monádicamente, sino que se ensamblan desde su independencia con plugs de entrada y salida. No hay universalidad univoca, sino pluralidad articulada, ahora el sujeto es receptor y emisor por partes iguales. Se acaba el metarelato (totalizante ideológicamente) y comienza el metadato (totalizante corporalmente). La fragmentación y el pluralismo ya no se disciplina, sino que se articula la conexión sin importar la traductibilidad del pequeño relato. La propagación del relato se diluye entre conexión y conexión hasta terminar como un meme luego de lo cual es reabsorbido. El mínimo común para sostener el cuerpo social está en el plug del dispositivo.
La ciencia ya no se legitima como narración, sino como dominio absoluto de la tecnociencia con la construcción y el control del plug. Control de la práxis, criterio tecnológico hegemónico, resultados tecnológicos visibles eficaces y eficientes. La comunicación es un enjambre que incluye la coordinación de los medios de producción industrial y el transporte, todo es sincronizado desde los humores hasta los tiempos de recorrido.
No hay necesidad que el dispositivo tecnocientífico sea legitimado, basta con que sea productivo.
El aprendizaje es actualización y alimentación permanente: iteración es nutrición de la instrumentalización tecnológica. La información es la forma de producción primaria. La descentralización y el enjambre es el andamiaje de los micro-relatos como commodities.