NQH2O
Video: horizonte del río de la plata volteado + movimientos del índice NQH2O desde 29.10.2018 al 23.08.2021

Desde el 29 de OCT del 2018 el agua cotiza en la bolsa para su “venta a futuros”.
Por el momento no hay compra de agua, y puede que no la haya a la antigua usanza, solo se caracteriza un índice y a diferencia de los commodities que varían según la especulación endogámica de la misma bolsa (especulación de agentes políticos-corporativos), el precio fluctúa por una variable: el clima.
El cambio climático tiene un correlato financiero, por tanto los pronósticos meteorológicos son traducidos en índices financieros.
Un curioso salto en el índice sucedió en la segunda semana de marzo 2020 desde alrededor de 200 puntos a casi 1000 puntos en el NASDAQ. Ese fue el período en que se hizo oficial la pandemia a través del cierre de todas las fronteras en el mundo no solo entre países, sino también entre provincias e incluso ciudades (19 de Marzo 2020).
Para que estas nuevas variables a escalas planetarias arrojen índices se necesita satélites climáticos, puntos de medición atmosférica sincronizadas en todo el globo y bots financieros, además de la introducción “manual” de variables políticas ya que el alza del índice NQH2O en Marzo 2020 no pudo ser por especulación ya que nadie compra agua a futuros aún, “alguien” decidió que el precio del agua se cuadruplicara.
Un economista liberal sugiere que “Sin duda este contrato a futuro permitirá obtener una fuente de rendimientos no correlacionados con las bolsas de valores sino con el clima en California. Y supongo que en algún momento saldrá un ETF relacionado”. El ETF es la venta del valor de los índices para la compra de commodities derivadas del agua, por ejemplo, alimentos y medicamentos.
De alguna manera sugiere que el índice NQH2O y sus fluctuaciones operarán como una divisa climática más anclada con los cambios materiales que las criptodivisas que operan según una variable abstracta de oferta-demanda y disponibilidad por minería de datos o la misma NASDAQ para la cual el clima era una variable y no “la” variable.
Las IA leen los datos climatológicos y determinan el precio de lo viviente sincronizados a satélites orbitales en forma continua y orientarán las políticas y guerras ecológicas que vienen.