Agulhas de Acupuntura
En el mapeo del territorio, que en su inmediata ruralidad deja ver los fantasmas psicosféricos de su contexto metapolitano con la base militar Resende, usinas nucleares, una enorme termoeléctrica y tres metrópolis excesivas -San Paulo. Río y Belo Horizonte- a su alrededor, pretendimos incorporar al registro radiofónico del eter los sonidos de un pequeño río y todos aquellos ecos que pudiese arrastrar | Intervención artística en residencia Rural.Scapes en Sao José de Barreiro, Sao Paulo – Curadores: Rachel Rosalen – Rafael Marchetti
Mapeamento – Cartografia – Instalação Sonora
Leitura sensível do território, a partir do qual se “desprega” (recorta) a fazenda, a fim de mapear eventos, configurações e forças matrizes que nos permitam estabelecer pontos que funcionarão como orgãos e que vão constituindo este lugar como um corpo vivo (sistemas circulatório, respiração, pele, tecido, etc.). Com base nesta leitura sensível, foi criada uma intervenção na paisagem de forma sonora e visual, sobre estruturas leves e simétricas com relação a paisagem. Nestas estruturas, receptores de rádio transpõe sonoramente locais específicos, transportando o som do rio que está localizado na região mais baixa, ao alto da montanha
(Marchetti-Rosalen, curadores)
11 al 25.6. 2015 – Fazenda Sta. Teresa, Sao José de Barreiro, Sao Paulo
NOTAS DE CONCEPTO:
1. CONTEXTO MOLAR
Llegado a la Fazenda Sta Teresa subimos a la cima de un monte donde estaba la antena que enviaba señal al valle de la casona. Desde ahí, un conmovedor manto verde, plegándose aterciopelado contra el mediodía celeste.
A 16 kms de ahí una fábrica de uranio y muy cerca una enorme usina hidroeléctrica que había modificado los valles próximos con un nuevo enorme estanque artificial. A 45 kms tres reactores nucleares llamados Angra. A 20km la base militar Resende y aviones de guerra pasando sobre la Fazenda de vez en vez. Estábamos en el centro de una conurbación de 84,8 millones de habitantes a medio camino entre Minas Gerais, Sao Paulo y Río de Janeiro ,en el epicentro de la extracción de energía; y sin embargo aún parecíamos estar en medio de la vieja naturaleza.
La conurbación más grande y rica de sudamérica reparte en el territorio en forma segmentada y dispersa los distintos polos de extracción, generación y producción recategorizando el territorio y transformando las antiguas fazendas en islas de amortiguación.
El lugar originario ya no existe hace decadas reformateado por las redes de los grandes nucleos urbanos y por la inundación de la represa Funil, que controla el flujo del río Paraiba do Sul y por tanto modifica irreversiblemente la hidrografía general.
La fazenda que en otro tiempo concentraba la producción ganadera y agropecuaria de su zona de influencia, ahora era sitiada por la conurbación que crece y prolifera a toda velocidad, y poco a poco entrará en una fase tanática de decadencia, retracción y posiblemente disolución. El viejo latifundio es absorbido por la conurbación.
2. CONTEXTO MOLECULAR
La conurbacion como control de flujos axiomático disuelve y muta para sí los territorios y lo que antes fue un microcosmos, ahora es un espacio sitiado que tarde o temprano será absorido y formateado. Por tanto, es menester dejar de ver la fazenda como tal y remirar el territorio tras las fuerzas que constituyen el organismo viviente desprovisto de zonificación alguna.
Para que el cuerpo que nos habita pueda observar, vaciaremos al observador del contenido que llena su vaso. Este vaso está lleno de ruido de la conurbación (de donde viene) y su ritmo circadiano no está sincronizada con la extensión, y por tanto, es incapaz de registrar el contexto molecular sensiblemente. La primera operación será de sintonización.
2.1. Sintonización:
Nos dirigimos hacia un vallecito contiguo a la casona principal al encuentro con un estanque en completo silencio. Lo siguiente es la memoria de la experiencia:
‘Al fondo del valle había un pequeño estanque quieto que espejaba las montañas nubladas.
En ese sitio instintivamente me quedé también quieto.
En el silencio completo de este lugar, comencé a inquietarme y llenarme de un miedo irracional. Decidí seguir quieto pese a mis pulsiones y me di cuenta de lo que sucedía: el exterior y mi interior descalzaban completamente. El silencio era tal, que me permitía escuchar mi ruido interno (el descalce entre el silencio externo y el ruido interno producía algun tipo de fricción que era lo que secretaba como miedo.)
El silencio del valle me permitió escuchar por contraste el ecosistema psíquico que se alojaba en mi vaso. Dentro de mi escuchaba y veía imágenes que venían de las metrópolis que me habitaban.
Arrastraba el mismo torrente eléctrico, caótico y caliginoso que las torres de alta tensión en el camino.
Estas imágenes y sonidos me produjeron angustia.
Entonces decidí acentuar la quietud de mi cuerpo y acentuar consigo el contraste entre este exterior en suspensión y mi caos interno.
Sucedió que el estanque exterior comenzó lentamente a llenar mi interior reemplazando las imágenes hasta un punto de reemplazo completo de los contenidos, y esto no en forma alegórica, sino experimentado como sensaciones sedantes sucesivas.
La sensación de la operación es como el llenado del vaso de un agua cristalina de forma calma en un rumor continuo hasta que dentro de mí se produjo un silencio semejante al externo.
Había dejado de vibrar ruidosamente y me sentía sintonizado con la ondulación susurrante del lugar, por primera vez en mucho tiempo, me di cuenta que estaba en paz, y me di cuenta también que antes no lo estaba -que puede parecer obvio-, entonces pude ponerme a la escucha de los acontecimientos del valle, de su propio temperamento.
Luego de esto, mi anterior interés por la conurbación y las prótesis habían perdido valor, lo que proseguía era entrar en contacto con un riachuelo que cruzaba el valle.’
“Languideciente, el cobre de los sabios se hincha a causa de la hidropesía, por lo que busca las aguas salutíferas. Es como Naamán librándose de las huellas de la lepra en el Jordán, y se lava tres y cuatro veces en sus linfas. Así, pues, precipita en agua dulce tus cuerpos, y luego aquélla, por su virtud salutífera, arrastrará las enfermedades”
EPIGRAMA XII- De Secretis Natura, Atalantic Fulgiens, Michael Mäller
PERCEPCIÓN MOLAR DESDE LA CONURBACIÓN
PERCEPCIÓN MOLECULAR DESDE EL VIVIENTE
2.2. El río que cruza el valle de la casona:
El valle originario es un organismo que se construye por fuerzas invisibles muy antiguas y que circulan y en ese circular esculpen la concavidad.
Todo el sistema de la región, es un antiguo sistema rugoso de concavidades y convexidades llamado por los geólogos meseta brasileña.
Es una viejísima cordillera que se ha ido aplanando y disgregando hasta volverse un sinuoso sistema de ondas sinusoidales en todas las direcciones y que en su máxima concavidad tiene una red de pequeños ríos y esteros.
En esta red de ríos nos ocuparemos del que cruza el valle de la Fazenda y que opera como NADI de su territorio inmediato, si obviamente no olvidamos pensar el valle como un organismo.
El río en su levedad y delgadez opera como el gran decantador, donde va a parar de la bruma a la lluvia, le da dirección al viento y magnetiza todo en torno a él, maneja la estática ambiental y dibuja en un trazo permanente el sentido y forma que tomará por consecuencia sinusoidal todo el valle. Como mencioné antes, el río recorre la concavidad, y a la vez la construye con su paso.
Por esto, ningún hecho del río es menor, porque su eco es el valle mismo. Si una roca altera levemente el curso será el valle que se deformará adoptando una nueva forma, como un lento resonador.
En medio del valle, y luego de alguna curvas, el río se vuelve recto y se angosta. En ese punto la superficie del agua se presenta como una cicatriz viva, como una costura que señala dos condiciones distintas, el agua acelera se vuelve sonora. Ese es el primer punto escogido para la operación de acupuntura sobre el lugar.
ANATOMÍA DEL VIVIENTE
2.3. Onda Acuática:
De un lugar escogido del río hemos realizado un pequeño registro en imágenes de la superficie, y de esas imágenes hemos extraido los trazos que dan cuenta de la onda de propagación que es en sí el agua.
Aquí no diremos que el agua es una sustancia que se propaga, diremos que el agua es pura propagación, y que su materialidad está al servicio de su cualidad y no a la inversa.
De ese mismo modo, en este lugar, no pensamos en aguas aisladas. Pensamos el agua como una unidad indivisible, que tiende a unirse una y otra vez en movimiento y por tanto, pensamos el agua como un enorme ente fantasmagórico que se mueve por la superficie del mundo modelandolo.
Por eso no es extraño que la matriz de la cual salen los animales y las plantas es el agua, una nodriza que nos lleva en su vientre y de la que por algún motivo hemos dejado de mirar como tal. No hay aquí, en estas palabras ni poesía ni metáfora de ninguna especie; el agua aquí es un sistema de ondas propagándose, un enorme fantasma translúcido que habita el mundo desde una de las edades geológicas y que llegó de otro lugar en la cola de un cometa.
(El agua de la tierra llegó a ella mucho despues que esta se formara y cuando esta llegó tenía la forma de un gigante de hielo (el agua es incluso más antigua que el Sol.))
Miramos en las huellas dactilares la misma onda propagándose que vemos en el agua, y aunque se mueve a una velocidad distinta, vemos el valle y lo viviente en general como una propagación ondulante y en consecuencia un fantasma no demasiado distinto a cualquiero otra emisión de radio.
En este punto, muy pocas cosas son lo suficientemente materiales como para no parecernos ondas espectrales.
FIRMA DE PROPAGACIÓN DEL VIVIENTE
2.4. Transmigración:
Transducir la ondulación en registro sonoro, es llevar a la escucha la firma dactilar del río, es extraer la forma dinámica matriz o la protoforma y ley de diseño que modela el valle.
Fotografiar las ondulaciones y aislarlas en un dibujo, es una manera de mapear molecularmente el sistema.
Estas ondas serían en lo sucesivo el material que intentaría extraer y retransmitir como onda de radio. A este fenómeno de captura de lo esencial y transporte a través del éter lo llamaremos siguiendo a los platónicos METEMPSICOSIS o TRANSMIGRACIÓN.
A diferencia de estos mismos platónicos no nos interesa la densidad de significados que la protoforma pueda tener -no nos interesa establecer una ley de diseño (Eidos)-, sino capturar instantáneas y sonidos de la multiplicidad de intensidades que recorren los estratos de percepción de la protoforma; es decir, la densidad de sentidos (Phatos.)
La cartografía expuesta es forma re-trazada, si existió fue por un instante y ya no existe más, y al igual que lo nebuloso de las fotos de los fantasmas, no pretende dibujar un contorno o ser un calco de lo real, sino dar cuenta de una determinada intensidad del valle que en cada actualización tomará una forma diferente –ya no la materia como centro de lo real, sino como cinta magnetofónica del continuo movimiento ondulante de la manifestación fantasmal-.
El río cristalino que corre, el fantasma y la nube comparten la misma descripción: velocidad infinita y multiplicidad de formas que se suceden, y se esfuman.
Es así como, tanto en las cartografías aquí presentadas, como en las fluctuaciones del río capturadas por onda de radio y reproducidas sonoramente lo que encontraremos serán estrías y rumores sin borde, y como nuestra forma de comprender univoca requiere bordes, nos parecerá inicialmente ruido (carente de significado). Sonidos carentes de significado, pero no sin sentidos que los reciban.
GEOACUPUNTURA
NOTA DE DESARROLLO:
Interpretando las ondas del río que atraviesa el valle de la casona, como firma matriz del viviente, nos pondremos a la escucha de dichas ondas y las retransmitiremos al éter radiofónico por una señal fm2. Para verificar la transmisión montaremos una antena receptora en la parte alta de una loma en la convexidad del valle, donde ya no se siente el murmullo del río.
1. Sobre una porción del río que cruza (y esculpe) el valle en su concavidad se colocaron dos hitos: El primero en una angostura y cambio de pendiente. El segundo en un lugar en que se produce una determinada rugosidad en el curso de agua, ambos puntos fueron seleccionados por singulares costuras en el viscoso manto-superficie del agua.
2. Las estructuras, a través de cables, envían hacia las rugosidades del agua, micrófonos de contacto -piezos eléctricos- pegados a piedras del mismo río los que tienen la función de captar las señales mecánicas del agua en dichos puntos.
3. Las señales de los XUE se dirigen a aparatos radiotransmisores sencillos hechos a partir de walkie talkies de feria de las pulgas modificados con amplificadores y mixer reciclados y montados en las estructuras hitos. En total son recibidas 4 señales, que corresponden a 4 puntos de captura.
4. Los radiotransmisores son portados en una estructura de Bambú y alambres tejidos puestos en tensegridad.
Dichas estructuras son a la vez antenas que sirven para aumentar el alcance de la señal.
El enjambre de cables tensionando los bambúes equivalen al alcance de una larga antena superior a 11 metros, pero que ha sido redibujada como poliedro.
De ese modo se envían al éter invisible -invadido por la psicósfera de la conurbación – las señales de los puntos escogidos del río, transmigrando las ondas, en tanto que formas matrices procedentes del agua fundante del territorio como onda radial, anhelo de restauración del equilibrio invisible de todo el lugar.
Estas emanaciones, estas frecuencias, estos ruidos, estas ondas, no son resultado de nada, pretenden ser la transmigración de la sustancia del río. Se muestra a nosotros como un cristalino flujo vivo de ondas sinuosas hechas de materia formadora de vida -el caldo primordial LCL de NGE o el menstruo lunar de los alquimistas-.
Con la apariencia de algo que cobra la forma de aquello solido con lo que se encuentra, no hace otra cosa que modelar, nutrir y dar forma y sentido a su aparente contenedor.
5. Con una antena de teléfono descartada que reutilizaremos como zombie media, un radio-receptor de la misma naturaleza de los radiotransmisores puestos en el río y dos parlantes reciclados, hemos construido una aguja receptora, que servirá como escucha puesta en lo alto del valle, para escuchar la transmisión del río a la parte más alta posible.
(en las imagenes: excursión de niños a escuchar el sonido del río en la cima del valle)